"Está faltando un ladrillo de vidrio para la reforma de la cocina" -decía ella. "Le envío el borrador del proyecto, es un proyecto que el albañil usará para recompensar la falta"
Por un lado, había deseado que mi mujer lo hiciera: filas armoniosas de ladrillos de vidrio, con una abertura para la ventilación. Del otro lado, el proyecto que resolvía la falta de un ladrillo, un verdadero rompecabezas, donde los cuadrados de vidrio se mezclaban sin cualquier estética.
"Compren el ladrillo que falta", escribió mi mujer. Así se hizo. Y el diseño original fue mantenido.
Aquella tarde, me quedé pensando mucho tiempo en lo ocurrido: Cuántas veces, por la falta de un simple ladrillo, desfiguramos totalmente el proyecto original de nuestras vidas.
Del libro "Maktub", de Paulo Coelho
No hay comentarios.:
Publicar un comentario