Esperando el cambio de luz en el semáforo para poder continuar, al vehículo que estaba adelante de mi se le acerca un vendedor de rosas, después de intercambiar algunas palabras, el conductor compra un ramo de las flores.
A mi mente vino en ese instante las veces, pocas en realidad, en que te compré flores y en particular rosas. Recuerdo que una vez te llevé un ramo de color amarillo y todavía puedo escuchar cuando me dijiste que esas eran tus favoritas porque eran poco comunes.
Casi puedo sentir el aroma de las rosas que te llevaba y que ponías en un recipiente con agua adornando tímidamente tu escritorio y como a veces un poco avergonzada las lucías en la oficina. No puedo olvidar tu sonrisa y tu alegría cada vez que te las llevaba.
Una de las veces las llevaste a tu casa y una de tus hermanas te preguntó "que malo había hecho yo para que te tratara de contentar con flores", tu respondiste: Nada, no hay necesidad de hacer algo malo para regalarlas. Cuando me lo contaste me llené de tanta alegría y es que realmente te las di porque me hacia sentir feliz cuando veía como se iluminaba tu rostro.
Como quisiera poder darte flores otra vez, poderte iluminar tu rostro con su aroma y como quisiera que todo fuera tan fácil como dar un ramo de rosas para que otra vez todo fuera como antes, si con eso lo pudiera lograr, no te daría un ramo sino todos los ramos que a mi paso encuentre, no bastaría uno, nunca te dejaría da dar flores.
Kiki te amo. Y solo me consuela saber que quizá el aroma de alguna rosa te haga recordar esos lindos momentos juntos que nunca debieron terminar.
------------------------
PepeJaguar
No hay comentarios.:
Publicar un comentario